El Mercado Central es uno de los lugares que guarda cientos de historias, el paraíso de quienes disfrutan de la gastronomía guatemalteca y el espacio donde convergen el color y sabor. Durante años este recinto ha sido el hogar de quienes buscan volver a las raíces de la comida de nuestro país.
Recorrer sus pasillos y sus niveles es pasar por la historia de Guatemala y lo que nos caracteriza a nivel mundial: Textiles, artesanías, frutas, verduras y restaurantes. ¡Qué chilero!
El Mercado Central: Un recorrido por la gastronomía guatemalteca
Los comedores del Mercado Central son de los lugares más concurridos. La pandemia no pudo detenerlos y aunque algunos afirman que el negocio ya no es el mismo, su espíritu de lucha los ha llevado a innovar y crear nuevos métodos para seguir conquistando con su sabor a los comensales.
Este recorrido comenzó con una tostada de guacamol con salpicón, un platillo típico de Guatemala, acompañado de una horchata al estilo casero. De pie y separados por pequeñas casetas improvisadas para mantener el distanciamiento, las personas de una en una fueron llenando el pequeño local de Doña Gloria, uno de los más reconocidos. Los precios van desde los Q.5.00.
La Refresquería Cristián es popular por su variedad de bebidas frescas y por la cantidad de años que llevan en el Mercado Central, al que consideran como su hogar. Ahí encontrarás horchata, limonada, rosa de jamaica, entre otros. Una parada obligatoria para los amantes de las bebidas de Guatemala.
Doña Mela, un ícono gastronómico del Mercado Central
Quizá uno de los puntos de referencia más icónicos del Mercado Central es el puesto de refacciones Doña Mela, que con sus más de 30 platillos conquista a los paladares más exigentes, entre ellos podemos mencionar: Mole de plátano, tortillas con buche, tiras de panza, rellenitos, revolcado, chiles rellenos, fajitas, tortas de papa. Suficientes para que se nos haga agua la boca.
Su talento innato en la cocina la ha hecho una de las favoritas. Durante nuestra visita todo el tiempo hubo gente degustando de sus delicias, una fidelidad que ha permanecido durante décadas en el local con rejillas de color blanco y que, sin duda, seguirá por muchos años más.
Almuerzo de campeones
Aunque parecía que después de ese banquete de platillos típicos no habría espacio para más, el olor a las hilachas nos llamó, y nos adentramos a los comedores donde todos se caracterizan por ese amor y sazón, y por sus característicos piropos para llamar a los clientes.
El comedor Rosita nos recibió en sus mesas de madera y un plato de hilachas con un poco de picante, arroz, papa y tortillas calientes. El sazón es inconfundible y solo pudo mejorar con un toque de chile en escabeche y una limonada al estilo chapín.
Cierre con broche de oro
Como siempre queda espacio para el postre, qué mejor que uno de los antojitos típicos por excelencia y quizá de los favoritos: Un rellenito de plátano acompañado de azúcar y un atolito de elote caliente. ¡Delicia! Preparado en los Antojitos San Judas Tadeo.
Todos los puestos recorridos tienen algo en común: El amor por la gastronomía guatemalteca y las historias que tienen para contar cuando, en un pequeño lapso de tiempo, se encuentran desocupados. Desde visitas de ex presidentes, alcaldes, artistas y hasta famosos, nadie se resiste al tesoro gastronómico que guarda el Mercado Central.
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