Sociedad
David Sosa, originario de Guatemala y radicado en California, ha destacado en Estados Unidos por su dedicación a la modificación de cabezales.
David Sosa es originario de Guatemala y ha destacado en Estados Unidos por su amor y habilidad en el campo que ama: los cabezales de transporte terrestre, los famosos tráilers. #QuéChilero A continuación te contaremos su historia y la manera en la que ha llevado su pasión.
Platicamos con él y nos comentó que todo comenzó por dibujar camiones y desde allí ha dedicado su vida al transporte y a la modificación de cabezales de los trailers. Conoce su historia:
David Sosa nació en Ciudad de Guatemala en 1967 y desde los 5 años comenzó a interesarse en los camiones. Su padre no aprobaba este interés, sin embargo, notó que significaba una pasión para su hijo y decidió enseñarle a manejar.
A la edad de 12 años ya manejaba en carretera acompañado de su papá. En 1978 participó en un concurso interescolar de dibujo de Unicef a nivel internacional y dibujó camiones volando en el espacio. La pregunta de dicho concurso era «¿Cómo te imaginas el año 2000?»
En 1989 David decidió mudarse a California, Estados Unidos, y pensó que no iba a poder continuar su sueño de manejar trailers, sin embargo, sucedió todo lo contrario. Él nos comentó: «Fue la oportunidad para aumentar mi conocimiento en esta inmensa industria del servicio pesado.»
Con la ayuda de un amigo obtuvo la licencia tipo «A» en Estados Unidos y comenzó a trabajar como conductor autorizado. El primer cabezal que obtuvo fue el White Road Commander modelo 75.
El transportista guatemalteco también ha participado en los famosos Truck Shows que se celebran por todo Estados Unidos. La primera vez que participó en uno fue en 2004 donde llevó su cabezal Guateliner por una invitación especial, y lo más importante es que fue a beneficio de niños con cáncer.
El transporte de David es el camión El Rey de Montaña, el cual tiene 605 caballos de fuerza, 4 cajas de velocidades, 5 clases de ratios de diferenciales. Este ha obtenido varios nombres, entre ellos: El Tutti Fruti, El Transformer y La Lavadora.
Su dedicación por los cabezales ha logrado en convertir con éxito una máquina ordinaria en una extraordinaria. Le ha llevado horas de estudio y algunos incidentes, pero los resultados que obtiene le recuerdan porqué lo hace.
La historia de David nos motiva a los guatemaltecos a seguir los objetivos con pasión y a alcanzar las metas con esfuerzo y confianza en nosotros mismos.
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