Ramón Zaghi y su equipo crearon el primer Volkswagen modificado totalmente eléctrico a través de un nuevo concepto en el país conocido como retrofit.
Ramón Zaghi y su equipo se acaban de convertir en los pioneros del retrofit en Guatemala. Un nuevo concepto que llega al país como una oportunidad para hacer los vehículos antiguos en una opción más ecológica y económica.
Con mucho esfuerzo y dedicación armaron la primera «cucarachita» —o el famoso Volkswagen escarabajo—, completamente eléctrica.
El proyecto comenzó como una idea de pandemia. Zaghi se topó con unos videos de una empresa colombiana —llamada Energía Vectorial—, que restauraba autos y los convertía de uso de diésel a electricidad.
Uno de los primeros carros era un «vocho» —llamados así a este tipo de auto en diferentes partes de Latinoamérica—. A Ramón le pareció una maravillosa idea, sobre todo si durante el encierro había tiempo para aventuras como estas.
De esa manera, puso en marcha su plan y le escribió a la empresa colombiana hasta tener una respuesta positiva. Ya realizado el contacto, se cerró el trato con una condición: recibir un curso especializado por 50 horas.
Así, se compraron dos motores especiales y se recibió la capacitación, llegando a tener un modelo único en Guatemala.
Si bien en el mercado ya existen modelos eléctricos de otras marcas, hay muchos coleccionistas que modifican sus vehículos. De hecho, en Guatemala tenemos la cultura de la restauración —tanto como venta de chatarra como para armar un auto nuevo—.
Este Volkswagen modificado es un gran ejemplo, ya que es un vehículo usado que se modernizó para adaptarse a la tecnología de hoy. De esa cuenta, se convirtió en un carro suave, cómodo y, curiosamente, silencioso.
A palabras de Zaghi, [el carro] se maneja como en automático. Al hacer las comparaciones de la restauración, esta «cucarachita» tiene un mejor desplazamiento que los autos que necesitan gasolina.
Toma más o menos 5 horas en cargar el carro y, para mejor rendimiento de la luz en Guatemala, Ramón prefiere la tarifa nocturna —cargarlo de noche—, para que sea más económico.
Los acabados parecen recién salidos de fábrica, pero en realidad mucho del ensamblado fue a mano. Por ello, se le conoce como restauración. Muchas piezas fueron modificadas a excepción de la posición del motor —elemento que se mantiene anclado a la caja original—.
Este no es el único auto que han modificado. De hecho, Zaghi y su equipo se encuentran trabajando en implementar nueva tecnología en más carros «clásicos» o antiguos. ¡Qué chilero! Muchos guatemaltecos innovan cada día en campos con mucho potencial.
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