(Foto: @tijax.imox)
El Instituto Nacional de Bosques —INAB—, reconoce que gran parte de la biodiversidad guatemalteca se debe a la conservación de los bosques y árboles del país.
(Foto: @tijax.imox)
Por ejemplo, la Biósfera Maya es uno de los espacios más importantes de Petén. De hecho, se ha convertido en un santuario natural para diferentes especies de animales y árboles protegidos.
(Foto: @qaqtoj)
Además, no hay que olvidar que, en idioma náhuatl, el nombre Quauhtlemallan —el nombre de donde se cree proviene Guatemala—, se traduce como «lugar de muchos árboles».
(Foto: @rainforest_eye)
En el territorio nacional, el clima permite el desarrollo de diferentes tipos de bosques —siete tipos para ser exactos—.
(Foto: @ajalguate)
De hecho, el bosque nuboso es el hábitat del ave nacional, El Quetzal, y de la flor nacional, la Monja Blanca. Cabe destacar que, dada su altura, 2,000 metros sobre el nivel del mar, se hallan especies de flora y fauna únicas.
(Foto: @diegorizzophoto)
En los bosques de las Verapaces, Petén, Escuintla, Huehuetenango y Quetzaltenango puede hallarse el árbol de Hormigo, árbol del que se elabora la madera de la Marimba.
(Foto: Bios Media)
Cada año, se suele colectar semillas de Árbol de Ceiba para su conservación —un árbol sagrado que puede alcanzar hasta 70 metros de altura—, que suelen caer cuando se quedan sin hojas.
(Foto: Reveu Megazine)
¡Qué chilero! Guatemala, además de ser la tierra de la eterna primavera, también es un país rico en biodiversidad y vida natural. Por eso, ¡cuidemos nuestros bosques!
(Foto: @mizhiiamador)